miércoles, 22 de octubre de 2008

la explotacion capitalista y clases sociales la oligarquia la burguesia la burucracia terratenientes proletariado y lumpemproletariado (exp:19 NOV)


La explotación capitalista: El capitalista acude al mercado para comprar con su dinero las mercancías cuyo consumo constituye el proceso del trabajo: la materia que se elabora, las trabajo del obrero. Por la venta de las mercancías producidas el capitalista recibe una cantidad de dinero que es superior al invertido.

El resultado de este ciclo se expresa, pues, en que obtiene de la diferencia entre el dinero invertido y el recibido un excedente que le permite acumular y reproducir el capital. Para Marx este excedente, al que llamará plusvalía, no surge porque el capitalista simplemente pague por debajo de su valor a fuerza de trabajo, aunque ello también sucede. Ni por la habilidad comercial d e comprar las mercancías a menos de su valor y venderlas a más, aunque esto también está presente en la economía capitalista. Ni mucho menos surge por una propiedad inherente al dinero (“la plata trae a la plata”, “hay que hacer trabajar al capital”, etc.).


La lucha de clases: Las clases sociales son grupos sociales antagónicos que se diferencian entre sí fundamentalmente por la relación de propiedad (esclavistas, señores feudales, burgueses, etc.) o desposesión (esclavos, siervos, proletarios, etc.) que guardan respecto a los medios de producción.

Esta ubicación objetiva condiciona el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, por consiguiente, el modo y proporción en que perciben la parte de la riqueza social creada por el trabajo de las clases desposeídas. De tal manera que los propietarios de los medios de producción se apropian, por mecanismos específicos en cada formación social, del trabajo de las clases explotadas, en el caso del capitalismo a través de la extracción de plusvalía.


Oligarquía Historia


Los gobiernos oligárquicos, y la oligarquía como tal, tienen una historia antiquísima, casi desde el comienzo de las estructuraciones sociales de los primeros seres humanos. Aunque como tal se ha usado para adjetivar diversos sistemas sociales, sin que este apelativo fuera más allá de una cualificación del sistema político.
Escritores políticos de la Antigua Grecia como Platón ya citan en su época gobiernos oligarcas como el de los Treinta Tiranos, gobernantes en la propia Atenas del fílósofo. Sistema oligárquico gobernante tras la democracia y que fue derrocado para volver a implantar la democracia en la Atenas de la época.
El comercio internacional y el enriquecimiento demasiado concentrado hacen surgir una oligarquía (como fue el caso de la familia Medici de Florencia).
kelly Estos esquemas sociales oligárquicos se han dado a lo largo de la historia en multitud de civilizaciones. En general obviamente evidenciado en la Europa de la antigüedad y más recientemente en tribus de civilizaciones africanas y amerindias, en las cuales los dirigentes del pueblo solían ser consejos de sabios ancianos.
O incluso en la actualidad estas formas oligárquicas se dan principalmente en Europa en algunos círculos sociales de la etnia gitana, en los cuales el núcleo de poder decisivo lo determinan los patriarcas que generalmente son personas de edades avanzadas archiconocidos en los núcleos de estas comunidades.
Se puede considerar que no es la aplicación de la democracia como tal, ya que esta se define como el poder de todos y si este tan sólo está concentrado en manos de unos pocos tiene más similitud a las dictaduras que a las democracias. Aunque como tal es cuestionable cualquier sistema supuestamente democrático si hay dirigentes que deciden por la ciudadanía aunque hayan sido votados por esta, pueden llegar a ser considerados como oligárquicos, y al no ser sistemas de democracia directa en cuyo caso no sería cuestionable.


Origen de la palabra oligarquía


La oligarquía, en ciencia política, es una forma de gobierno en que el poder supremo está en manos de unas pocas personas. Los escritores políticos de la antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia (literalmente, gobierno de los mejores). Estrictamente, la oligarquía surgirá cuando la sucesión de un sistema Aristocrático se perpetúe por transferencia sanguínea o mítica, sin que las cualidades éticas y de dirección de los mejores surjan como mérito reconocido por la comunidad, siendo esta definición muy cercana a la de monarquía y más todavía a la de nobleza. Los oligarcas dueños de propiedades, de tierras o de grandes acumulaciones de dinero, son poseedores de fuerza en la dirección política gracias a sus fuertes influencias económicas. Poseen estándares éticos posiblemente dudosos, con diversos medios de legitimación, que tienen como piso el poder acumulado y el símbolo histórico que haya significado la sucesión que les dio fuerza.
La oligarquía es un grupo minoritario de personas, pertenecientes a una misma clase social, generalmente con gran poder e influencia (aristoi) que dirige y controla una colectividad o institución.


Historia de la burguesia


La burguesía es una clase social caracterizada porque quienes pertenecen a ella no practican un trabajo manual y mantienen un status económico acomodado. El marxismo define a la burguesía como la clase dominante de la sociedad capitalista, propietaria de los medios de producción. La burguesía apareció en el siglo XI al agruparse los artesanos en las ciudades, que eran dominios de los señores feudales (ver feudalismo), el grupo social integrado por comerciantes y artesanos libres. Al permanecer separados de la nobleza y de la población rural precisaron conseguir un estatuto jurídico propio que les facilitara los intercambios comerciales y el acceso a la configuración del nuevo régimen municipal en las villas y ciudades donde habitaban.
Así, el burgo medieval estableció bases jurídicas para un desarrollo amplio del comercio y de la actividad gremial, y bases administrativas para conquistar el régimen municipal que a partir del siglo XII estuvo dominado por el denominado patriciado urbano, verdadera oligarquía monopolizadora del gobierno de los burgos. El patriciado y la burguesía excluida del poder municipal se enfrentan por la conquista del poder, protagonizando la burguesía sublevaciones junto a los estratos inferiores de la sociedad como la de los Ciompi en Florencia y la de los barrios populares de París y Londres. El resultado de estos conflictos sociales fue la ampliación de los consejos municipales.
Desde la llegada del Renacimiento, el comercio colonial, de una parte, y la Reforma, de otra, favorecieron el desarrollo de la burguesía comerciante y la llegada del capitalismo. Hasta finales del XVIII la burguesía se encontró frenada por la rigidez de la sociedad estamental, la política nacional absolutista y las limitaciones de acceso al poder.Con la Revolución Francesa (1789) la sociedad estamental es reemplazada por la sociedad de clases, en la que jurídicamente todos los ciudadanos son iguales. La burguesía, entonces, asume un papel dirigente cuando ocupa el poder político, implanta poco a poco la democracia parlamentaria (Revolución inglesa en 1688, con el aporte teórico del filósofo político John Locke) e inicia con éxito las revoluciones agraria, industrial y comercial. El paso a los puestos claves de la sociedad burguesa de clases no se basa en privilegios de carácter nobiliario, sino en la propiedad de los medios productivos, y el acceso a cualificación de la fuerza de trabajo.


Burguesía


Burguesía es un término utilizado principalmente en la economía política, y también extensivamente en sociología e historia. La palabra de origen francés describía originalmente a los habitantes urbanos (característicamente mercaderes o artesanos en la edad media tardía). La burguesía es una clase social como la entiende la economía política y el marxismo. Es decir, un grupo social que puede identificarse por su papel en un modo de producción, caracterizado por una posición en las estructuras de producción y por establecer relaciones de producción específicas con otras clases. En el caso de la burguesía se caracteriza por poseer medios de producción y, gracias a esto, establecer una relación de explotación con el proletariado, que al no poseer estos medios debe vender su fuerza de trabajo a la burguesía. La relación de explotación entre burguesía y proletariado permite la acumulación de capital por parte de la burguesía que caracteriza al capitalismo.


Origen de la palabra término burguecia


El término burguesía se comenzó a utilizar en el renacimiento en Europa para nombrar al conjunto de comerciantes que acumulaban riquezas provenientes de sus negocios. Se trataba de personas que no gozaban de privilegios nobiliarios pero tampoco se encontraban atados a la servidumbre, desarrollando un oficio o viviendo del intercambio mercantil y prestamismo. Todavía en el siglo XVIII se encontraban múltiples huellas de este significado.
Con el desarrollo de las redes de intercambio y las técnicas productivas el poder económico de estos comerciantes fue creciendo, mientras el de la aristocracia feudal decaía frente a las monarquías centralizadas. En este contexto y en alianza con la aristocracia real la burguesía fue obteniendo un poder político cada vez mayor, que le permitió ir destruyendo los privilegios nobiliarios y establecer un modo productivo afín a sus necesidades; expansión de las redes de intercambio, liberación de la servidumbre para contar con mayor mano de obra, etc.


Burocracia


En sociología, la burocracia es una estructura organizativa caracterizada por procedimientos regularizados, división de responsabilidades y especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales. El término puede referirse a cualquier tipo de organización.
Una burocracia hipotéticamente y en forma ideal constaría de varios niveles de dirección que requerirían muchas aprobaciones con firma para la toma de cualquier decisión. Una segunda característica de muchas burocracias, particularmente de las de gobierno, es la suma dificultad para despedir a los empleados (estabilidad laboral).
Entre los ejemplos de las burocracias cotidianas se pueden contar las de hospitales, tribunales, iglesias, escuelas y las empresas
tanto públicas como privadas.


Definiciones


Buro=oficina

Cracia=poder


"El gobierno de las normas y procedimientos"


Publico:En un sentido coloquial y de uso común, burocracia a menudo equivale a ineficiencia, pereza y derroche de medios. A menudo se caracteriza, en la imaginación popular, como un ente que existe únicamente para sí mismo y que sólo logra resultados que acaban ampliando las dimensiones de la burocracia. Así, a menudo se usa de manera peyorativa.


Privado: Hoy en día la burocracia asume papeles más importantes ya no solo en el rol de las funciones del Estado, donde ha sido más habitual, sino también en las Corporaciones y grandes empresas capitalistas debido al desarrollo y especialización del trabajo que han tenido estas superando incluso a la de los Estados; se suele denominar a este tipo de burocracia en las empresas privadas: Burocracia corporativa, que reúne a los empleados privados de mayor jerarquía y especialistas en áreas como marketing, publicidad, ventas, departamentos legales, administración, etc. que detentan algún tipo de monopolio en ciertos conocimientos y en relaciones públicas, es además uno de los segmentos de la sociedad de mayor crecimiento en poder económico y de decisión en muchos de los países del Primer Mundo.


Contexto histórico terrateniente


Suelen existir en países de tradición monárquica (donde normalmente forman parte de la nobleza), en los que sus fortunas proceden de la Edad Media (Junkers de Alemania o Grandes de España).
Aunque también han aparecido en otras circunstancias, como por ejemplo en Cuba a principios del siglo XX, a través de compañías agrícolas estadounidenses (donde poseían cerca del 75% de la tierra cultivable). Los terratenientes: eran los poseedores de grandes extensiones de tierra que habían mantenido el poder económico y político durante la primera parte del siglo. Básicamente, explotaban parte de sus tierras con mano de obra asalariada (indios y mestizos), y en algunos casos con mano de obra esclava. Los terratenientes no estaban interesados en un cambio en las leyes relacionadas con la propiedad agraria, ni en que se aboliera la esclavitud.


Terrateniente


El término terrateniente se refiere al dueño o poseedor de una tierra o hacienda. Si bien el término se aplicaría de forma muy general, su uso corriente corresponde a la designación de los grandes poseedores de tierra.


Tendencias


En las sociedades más desarrolladas tienden a desaparecer, principalmente por el valor menor de las explotaciones agrícolas, pero también por haber sido blanco de diversos movimientos revolucionarios


El proletariado en la teoría marxista


En la teoría marxista, el proletariado es aquella clase social que no tiene la propiedad de los medios de producción. Por lo tanto, la única fuente de ingresos para los proletarios es la venta de su fuerza de trabajo. El marxismo ve el proletariado y la burguesía (la clase propietaria) como inherentemente hostiles, al defender intereses antagónicos, lo que se manifiesta, por ejemplo, en que los trabajadores de las fábricas desean que los sueldos sean tan altos como sea posible, mientras que los dueños desean que los costos, y lo por tanto los sueldos, sean tan bajos como sea posible; ya para Marx, esta contradicción es la peor, la concreción en el período de producción hegemónicamente capitalista de lo que él denomina la lucha de clases, y que considera el motor de la historia.


Proletariado y tiempos de producción


El proyecto socialista y la gran crisis de 1929 lograron detener el plan de dominación capitalista[cita requerida]el cual era lograr apropiarse totalmente de los tiempos de producción del proletariado. Desde Marx esa discusión ha atravesado toda la historia de la lucha de clases: la gran batalla del capitalismo contra quienes están en la vereda opuesta a la élite es la batalla por el tiempo. Para Marx ese "robo" correspondía a una teoría de la enajenación pero pronto la discusión se complejizó. La producción en cadena promovió que el obrero perdiera el control que tenía sobre los tiempos de producción.
Haciendo una cronología breve; el artesanado pre-industrial tenía total control del tiempo sobre su trabajo. Posteriormente, la aparición del reloj y la producción industrial primitiva configuraron un modelo de producción determinado por "fechas" en la cual se comienza a promover una visión "productiva" que incentivaba la cultura capitalista. En ese tiempo, quien no trabajaba era condenado a muerte. Fue la primera fase de la creación de un ejército de reserva. Luego, la máquina determinó un "mínimo" productivo más alto el cual se traducía en control del tiempo del obrero sobre su trabajo; y fue ahí donde Marx denunció explotación. La producción en cadena definitivamente llevó al proletariado a convertirse en un engranaje (como magistralmente muestra Chaplin en Tiempos Modernos) en un proceso que diferencialmente también empezaría a comprometer al campesinado y artesanado marginal. La aparición de una clase media sin inscripción de clase hizo que sólo una fracción privilegiada del proletariado pudiera negociar un estándar mínimo de vida a través del modelo económico keynesiano, que se creó para salvar al capitalismo de su ruina tras la gran crisis de 1929.


Origen de la palabra proletariado


El proletariado (del latín proles, linaje o descendencia) es un término utilizado para designar a la clase social más baja de la época de la edad moderna que, en el modo de producción capitalista, se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a la burguesia por carecer de los medios de producción. Un miembro de tal clase es llamado un proletario.
En la Roma imperial, los proletarii eran los ciudadanos de la clase más baja, que no tenían propiedades y cuya única utilidad para el Estado era generar proles (hijos) para engrosar los ejércitos del imperio. El término se utilizó inicialmente en un sentido despectivo, hasta que Karl Marx lo utilizó en un sentido positivo para identificar lo que él llamó la clase obrera, diferenciando proletariado y lumpenproletariado y colocándole como un grupo antagónico a la clase burguesa.


Lumpemproletariado


El lumpemproletariado (algunas veces escrito lumpenproletariado) es un término de origen marxista, con el que se designa a la población situada socialmente por debajo del proletariado, desde el punto de vista de sus condiciones de trabajo y de vida, formado por los elementos degradados, desclasados y no organizados del proletariado urbano, así como aquella parte de la población que para su subsistencia desarrolla actividades al margen de la legalidad o en la marginación social (delincuencia, prostitución, etc).


En su libro El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, Marx caracteriza asi al lumpemproletariado.


Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda es masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de Diciembre.El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, Capítulo V


Origen de la palabra y Sociología del lumpenproletariado


Esta clase social ha sido considerada tradicionalmente por el marxismo como carente de conciencia política y susceptible de servir de punto de apoyo a la burguesía.
El término deriva del original en alemán, "lumpenproletariat", propuesto por Karl Marx y Friedrich Engels en su trabajo "La ideología alemana" (1845). Marx sostenía que en los acontecimientos históricos que habían conducido al golpe de Luis Bonaparte en 1851, el proletariado y la burguesía habían actuado de manera productiva y progresista, mientras que el "lumpenproletariat" se había mostrado improductivo y regresivo. Según Marx, el "lumpenproletariat" no tenía ningún motivo para participar en la revolución, e incluso pudo tener de hecho interés en preservar la estructura de clases, porque los miembros del "lumpenproletariat" dependían a menudo de la burguesía y de la aristocracia para su supervivencia.


lunes, 22 de septiembre de 2008

Consejo electoral venezolano se reúne con medios de comunicación

Caracas, 22 sep (PL) El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela se reunirá hoy con representantes de los medios de comunicación del Estado y privados para precisar detalles de la campaña de los sufragios regionales del próximo noviembre.
Durante el encuentro, autoridades comiciales explicarán las normas de publicidad y propaganda que estarán vigentes partir de mañana hasta el 21 de noviembre.
Dos días después, los venezolanos seleccionarán 603 funcionarios: 22 gobernadores, 328 alcaldes, 233 miembros de consejos legislativos, 13 concejales al Cabildo Metropolitano de Caracas y siete al Ayuntamiento Metropolitano del Alto Apure.
El estado Amazonas no elige gobernador pues pasó a ser considerado con esa categoría en 1992, cuando transcurría el período presidencial 1989-1993, lo cual mantiene desfasado su ciclo electoral en relación con el resto del país.
Las regulaciones aprobadas por el CNE el pasado 10 de septiembre apuntan que el tiempo de publicidad no sobrepasará cuatro minutos en la radio y dos en la televisión.
También precisan que el espacio en los diarios será de una página en los de formato tabloide, y media página en los de medida estándar.
Como parte de este proceso, Venezolana de Televisión presentará cada domingo el programa Sufragio, producido por el Poder Electoral para contribuir a la educación de los venezolanos con derecho al voto.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, ratificó la víspera que el cronograma para la celebración de los mencionados sufragios marcha de manera extraordinaria.
Subrayó que el ente comicial cuenta con mecanismos de control y seguridad de máxima potencia, y cualquier posibilidad de interferencia sería detectada inmediatamente en las fases previstas.
Tenemos estructuras tan estrictas que cualquier aventurero que quisiera sabotear las elecciones se va a encontrar con una gran muralla, recalcó.

Comienza la caída de la economía en Estados Unidos

Cuando el atentado contra las torres del Centro Mundial de Comercio en New York el 11 de septiembre de 2001, más allá de lo lamentable de 3.000 muertes, muchas personas en el mundo festejaron. Algunos –los menos– en forma pública. Otros –más recatados– en privado. Pero sin dudas un sentimiento de secreta satisfacción cruzó el planeta, aunque las respuestas oficiales –políticamente correctas– fueran de condolencias: alguien se había atrevido a "ponerle el cascabel al gato". Hoy, unos años después, va quedando cada vez más claro que el hecho fue un montaje calculado; eso, de todos modos, no invalida lo dicho arriba: aunque las muertes fueron de inocentes –afrodescendientes e hispanos fundamentalmente, todos trabajadores de los edificios; ningún empresario, ningún banquero, ningún general de cinco estrellas– era un golpe dado en el corazón del imperio, y para una amplia mayoría de la población mundial, eso tuvo un cierto sabor de triunfo. La historia mostró luego que no había nada de qué alegrarse con el hecho, pero el sentimiento de victoria que generó en la ocasión –momentáneo, fugaz, en buena medida revanchista–, muestra a las claras un sentir generalizado.
¿Qué significa este acontecimiento? ¿Por qué traerlo a colación ahora si pretendemos hablar de economía? Cuando el presidente Bush se pregunta "¿por qué nos odian?" (why do they hate us?), está afirmando una verdad: el mundo odia al imperialismo estadounidense. No odia a sus ciudadanos, sino lo que el imperio significa. Lo odia como siempre los explotados han odiado a sus explotadores; lo odia en medio de una confusa mezcla de temor y admiración simultáneas, en la que, sobre todas las cosas, destaca el rencor. Lo odia como cualquier subordinado, explotado, sojuzgado odia al motivo de sus penas. Motivos para ello sobran: en mayor o menor medida, no hay país del planeta que no esté sujeto a una cierta dominación de Washington, a su política imperial, a su altanería. En una gran proporción, el altísimo nivel de consumo (o despilfarro) de la sociedad estadounidense está mantenido por la explotación a que se ve sometida buena parte de la humanidad. Y hoy, cuando su economía está empezando a hacer agua, es el resto del mundo –otro motivo que acrecienta más aún ese odio– quien debe pagar los platos rotos. Es el resto del mundo quien, por medio de la imposición del dólar como moneda fuerte, artificialmente mantenida desde hace ya un buen tiempo, financia el hiper consumo de la sociedad de Estados Unidos. ¿Por qué no habría de odiárselo entonces?
Ahora bien, hay una "buena noticia": el imperio no está creciendo. No está por caer en lo inmediato, pero todo indica que comenzó su curva descendente. Eso, para la gran mayoría del mundo, al menos en una primera reacción visceral, no deja de ser alegre. Aunque hay que tener claro que su caída, por lo intrincado de nuestro mundo, constituye un peligro para todos. La economía globalizada de hoy, liderada por Estados Unidos, hace que nadie escape a lo que suceda dentro de este gigante. Pero la primera sensación ante el comienzo de su fin es de satisfacción: "¡al fin!", podría decirse que es la reacción generalizada.
Después de la Segunda Guerra Mundial, a fines de 1940, como principalísima potencia capitalista occidental, con el monopolio de la energía nuclear y líder indiscutido en investigación científico-técnica, Estados Unidos se erigió en locomotora del desarrollo de la humanidad. Su economía, que venía creciendo en forma ininterrumpida desde hacía 150 años, le permitió imponerse como potencia total, no sólo en lo económico sino también en lo político, militar y cultural. El "american way of life" se difundió en forma planetaria, y el mundo todo, en mayor o menor medida, pasó a depender de Washington y del dólar. Para la década de los 60, de los 70, ese poderío –más allá del equilibrio relativo jugado por la Unión Soviética– fue total.
Para los 80, para los 90, otras potencias capitalistas –Japón, la Comunidad Europea– comienzan a hacer alguna sombra en el ámbito económico, aunque lejos de poner en jaque su supremacía. La caída del campo socialista acaecida en la última década del siglo XX lo deja como poder político-militar omnímodo, más aún que en el escenario post bélico del 45.
Pero entrado el siglo XXI vemos que su declive es indetenible. Acostumbrada a un nivel de vida sobredimensionado, habiendo hecho del hiper consumo el motivo último de su dinámica, la sociedad estadounidense desde hace décadas ha gastado muchísimo más de lo que ha producido. Dicho en otros términos: está viviendo del crédito. Y es el resto del mundo quien paga su derroche superfluo, nosotros, cada uno de los que leemos estas líneas. ¿Por qué? ¿Hasta cuándo?
En realidad la caída comienza por un sinnúmero de motivos, pero básicamente por una dinámica interna, económica en lo sustancial. No ha sido un ataque externo el que provoca su declive; no ha sido tampoco el odio generalizado que da vuelta al mundo –la quema de una, o muchas, banderas del imperio no alcanzan para desestabilizarlo–. El declive comenzó porque el modelo capitalista, llevado a un nivel absurdo con el imperialismo global, no tiene futuro, no puede tener futuro. No sólo no puede tener futuro, sino que es un contrasentido humano: gastar más de lo que se produce es, simplemente, un delito ético, una inmoralidad. ¡Y una irracionalidad! ¿A dónde puede llevar el consumo incontrolado que generó el capitalismo en su punto máximo? Solo al descalabro, en todo sentido: humano y del planeta, nuestra casa común. Para graficarlo solo con un ejemplo, pequeño pero revelador: las Islas Maldivas, en el Océano Índico, están condenadas a desaparecer bajo las aguas oceánicas en un lapso no mayor de 50 años si continúa el calentamiento global de la Tierra debido a la sobreemisión de gases de efecto invernadero, en especial de dióxido de carbono producido por los motores de combustión interna de los autos, con el consecuente derretimiento de casquetes polares y glaciares y el subsiguiente aumento de la masa líquida de la superficie terrestre, siendo que sus habitantes no han vertido prácticamente ni un gramo de ese agente contaminante. ¿Dónde está la mayor cantidad de automóviles del mundo? ¿A eso podemos llamar desarrollo sano? Insistimos: es solo un pequeño ejemplo, pero muestra la irracionalidad del sistema en juego.
Ahora bien: la economía de Estados Unidos, símbolo del capitalismo triunfante, va mal. De acuerdo a las estimaciones más pesimistas, se calcula que en poco tiempo podrían cerrar sus puertas de 100 a 150 bancos regionales. Gigantes de la banca como Merrill Lynch o Lehman Brothers también están amenazados por la quiebra, mientras que el Bank of America, uno de los más emblemáticos de la poderosa economía norteamericana, reportó recientemente cinco mil millones de dólares en pérdidas. En realidad todo el sistema bancario estadounidense, que se ha revelado más frágil de lo previsto, está afectado: sus pérdidas totales ascienden a 300.000 millones de dólares desde la crisis de las hipotecas a principios del 2008. Las grandes compañías de seguros son otras de las víctimas directas de la crisis económica que ahora vive el país. AIG, primera aseguradora mundial, ha visto su capital reducido a un tercio en un año. Pese a las drásticas medidas federales adoptadas, no se ha recuperado la confianza en el sistema. Por otra parte, el gigante automotriz General Motors, principal productor de vehículos en el mundo y dueño de ocho marcas, también lucha por la supervivencia. Con recesión, pánico de los inversores, estallido de los precios de los carburantes, además de el del acero, la tradicional empresa estadounidense tampoco se libra de las turbulencias de su economía pudiendo llegar a declararse en quiebra. La desocupación no baja; al contrario: crece. Y por vez primera vez en su vida una buena parte de ciudadanos estadounidenses comunes sufre por el valor de los combustibles. Todo indica que la recesión ha llegado para quedarse.
No hay ninguna duda que el imperialismo estadounidense ya tocó su punto máximo de desarrollo –algunos dicen que para la década del 70 del pasado siglo, coincidiendo con su techo de producción petrolera– y que ahora va para abajo. Sigue siendo una potencia invencible en lo militar, pero eso mismo marca que va perdiendo su llama inventiva, su poderío como avanzada de la ciencia y la técnica para la economía cotidiana. Lo único que puede seguir haciendo como sociedad es forzar a no bajar su nivel de vida –en muy buena medida hedonista y vacía–, manteniéndolo a través de un crédito impagable, además de generar un deterioro medioambiental criminal.
Una sociedad agraria tradicional, una sociedad del neolítico jamás podría vivir gastando más de lo que produce ni depredar su propio ambiente como se hace en Estados Unidos; no podría porque la matriz social en que se desenvuelve no se lo permite. Pero el capitalismo hiper desarrollado, en su fase de voracidad imperialista global donde lo único que rige la vida es la obtención inmediata de ganancia y el hedonismo simplista, no puede dejar de ser una maquinaria loca que se cava su propia fosa.
Estados Unidos de América desarrolló en forma suprema ese modelo de pobreza humana disfrazado de riqueza material. Ahora comienzan a verse los pies de barro sobre los que estaba asentado el modelo, su insostenibilidad, su irracionalidad inviable. Lo cual demuestra, en esencia, que es el sistema capitalista el que no tiene salida. Mientras su gobierno pudo imponer su moneda como patrón de cambio universal, todo el mundo les financió su voracidad. Ahora comienzan a cambiar las reglas de juego.
La economía estadounidense vive del crédito, tanto los ciudadanos como el Estado. Cada ciudadano medio tiene un promedio de 4.2 tarjetas de crédito con una deuda de 2.607 dólares, y la deuda promedio por tarjetas de crédito de una familia tipo es de 8.565 dólares. Deudas técnicamente impagables (la crisis inmobiliaria recientemente desatada lo muestra de modo feroz). Por otro lado, el déficit fiscal supera los 700.000 millones de dólares (deuda igualmente impagable en términos reales). Todo ello no es sostenible. Sólo la guerra puede intentar demorar la caída. Demorar, pero no impedir. La economía ha perdido pujanza, va perdiendo competitividad ante otros nuevos actores, la media cultural del ciudadano común es cada vez más baja, la brecha en la diferencia de la apropiación de la riqueza nacional se agranda (ricos cada vez más ricos y en cantidad cada vez más reducida y pobreza en aumento) con lo cual el mercado interno se achica entrando en crisis, créditos impagables basados en un dólar artificialmente mantenido, dependencia del petróleo –que ya no va teniendo en su subsuelo– cada vez más absoluta, un parque industrial que se va envejeciendo, gastos militares inconmensurables; en otros términos: el escenario es malo, aunque siga siendo líder en muchos aspectos aún.
En la actualidad alrededor de un 25 % de los gastos públicos del gobierno federal se destinan a la guerra. Su maquinaria bélica es fabulosa, aparentemente invencible en el ámbito de la contienda convencional. Pero aunque sea la hiper potencia militar sin contrincantes a la vista, esa bravuconada no es sostenible como auténtico proyecto de desarrollo armónico. Nadie puede vivir eternamente al fiado, consumir lo que no tiene; las deudas, alguna vez, hay que pagarlas.
Las guerras actuales, las que están en curso (Afganistán, Irak) o las que podrían venir (Irán, Venezuela eventualmente), no son sino la expresión de una voracidad irrefrenable que intenta acometer contra todo lo que se oponga a su supremacía pretendidamente "divina". Pero, como dijo Goya, "el sueño de la razón produce monstruos", y ya ha llegado la hora de terminar con tanta locura.
Un país que en su momento fue locomotora del desarrollo capitalista, desde hace ya varias décadas vive del crédito, recibiendo capitales frescos día a día que el resto del mundo le paga por conveniencia –nadie quiere abandonar el mercado más grande del mundo– o por miedo a sus criminales armas. Eso, además de ser éticamente enjuiciable, no tiene mayores perspectivas en el mediano y largo plazo.
Dos tercios de las reservas mundiales están hechas en billetes verdes, contra un cuarto acuñadas en euro, la moneda que viene fortaleciéndose cada vez más paulatinamente. Es probable que el euro reemplace al dólar como primera divisa de reserva en los próximos diez o quince años, lo cual evidencia los síntomas de agotamiento de la potencia económica estadounidense. Pero aún las reglas de juego las pone Washington. El mundo está inundado de dólares, siendo de momento casi imposible presentar una alternativa viable, ya que todas las monedas del planeta no pueden cubrir la cantidad de dólares circulantes. No se sabe con exactitud qué cantidad realmente existe, y el gobierno federal de Estados Unidos sigue imprimiéndolos sin detenerse ante el fraude que continúa perpetrando día a día. El fabuloso déficit estadounidense –el fiscal y la deuda privada de su población, ambos impagables– es comprado diariamente por los bancos centrales de los países a través de la inversión en bonos del Tesoro norteamericano. En otros términos: la gran potencia, y el mundo indirectamente, están sentados sobre un barril de pólvora.
Esta situación crea un escenario de inciertas turbulencias futuras, no descartándose nuevas guerras. Muchos, cuando no todos, los conflictos bélicos que enlutan al mundo (más de veinticinco frente de combate abiertos, en los que directa o indirectamente participa la potencia americana) tienen en su origen la política imperial que busca seguir manteniendo un alto nivel de vida para sus ciudadanos, especialmente para su clase dirigente, absolutamente reñidos con la justicia universal –la misma que la dirigencia de Washington pregona a los cuatro vientos cuando habla de "democracia" y "libertad"–. Para decirlo con un ejemplo contundente, descarnadamente demostrativo de esa voracidad consumista desmedida que se generó en ese país: un ciudadano estadounidense medio utiliza 100 litros de agua diarios –solo 30 son necesarios para un buen nivel de vida–, mientras que uno africano consume menos de dos. ¿Hay acaso algún "destino manifiesto" que autorice esto?
Como todo tirano, como toda clase dirigente enferma de poder, como todo imperio en la historia, sentirse dios invencible irremediablemente conduce a la decadencia. Eso ya está sucediendo en la clase dirigente de Estados Unidos. ¿Qué hacer entonces? Apurar la caída de una buena vez por todas. Eso no terminará con el sistema capitalista, pero es una forma, como mínimo, de preservar el planeta y de permitir vías alternas a un consumismo enfermizo. Hoy día levantar la voz contra el imperialismo estadounidense es una medida revolucionaria. Si esa loca maquinaria –en estos momentos en manos de fanáticos perfectamente equiparables a Hitler y a su delirio de "raza superior"– empieza a estar contra las cuerdas, de todos nosotros depende apurar la caída. La lucha por un mundo mejor es hoy, entre otras cosas, lucha antiimperialista.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Entrevista a Santiago Lazo, economista venezolano miembro de ALEM

Santiago Lazo es economista egresado de la Universidad Central de Venezuela en el año 2004. Cursó estudios de postgrado en el área de estadística. Desde el 2001 ha estado ligado a la actividad laboral relacionada al Estado, pasando desde unidades administrativas hasta de investigación. Interesado en especial en el área laboral y la autogestión, ha desarrollado algunos trabajos de investigación, incluyendo una ponencia presentada en Cuba en el 2008 sobre el papel de los consejos comunales en el tránsito al socialismo durante el desarrollo del X Encuentro de Economistas sobre Globalización y Problemas de Desarrollo. En cuanto a su actividad política, fue representante estudiantil ante el Consejo de Escuela de la Escuela de Economía de la UCV. Fue fundador de la Asociación Bolivariana de Economistas Socialistas, la cual abandonó para fundar la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista -ALEM-, de la cual es el coordinador del área de Investigación y Formación. Argenpress dialogó con él por medio de su corresponsal Marcelo Colussi.
Argenpress: Desde un punto de vista tanto económico como político, ¿qué perspectivas le ves al proyecto de integración del ALBA?
Santiago Lazo: El proyecto del ALBA es, quizá, uno de los proyectos de integración más importante que se haya firmado entre país alguno por los fundamentos conceptuales que lo sustentan. La Alternativa Bolivariana para las Américas busca rescatar los vínculos ancestrales entre nuestros pueblos para forjar una integración que tenga un alcance mucho mayor a las tradicionales integraciones económicas. La integración cultural, social y económica signan el tratado y ofrece un nuevo marco para las relaciones entre los países integrantes, diametralmente opuesto a los tratados de libre comercio que proponen los Estados Unidos de Norteamérica, que buscan aprovechar las ventajas comparativas y desarrollar las ventajas competitivas en un marco por la competencia por mercados regionales y que el libre juego del mercado haga un proceso de
limpieza, que acabe con las empresas poco competitivas e incapaces de adaptarse. En este orden, los tratados de libre comercio son un instrumento del gran capital para fomentar el proceso de concentración y centralización del capital en los países periféricos haciendo a estas economías mucho menos fuertes. La complementariedad y cooperación son los pilares del ALBA y, por ende, viene a ser una propuesta revolucionaria dentro del área de tratados de integración; la idea es trascender los acuerdos de ayuda o asistencia social y los tratados comerciales, para avanzar hacia una integración más profunda y de consecuencias más importantes en términos de mejora del bienestar social que cualquier propuesta anterior.
Las perspectivas del ALBA desde el punto de vista económico son muy alentadoras. Los países caribeños actualmente beneficiados por los acuerdos petroleros con Venezuela pueden hallar en el ALBA una propuesta muy interesante en cuanto a potenciar su desarrollo y reducir en el corto plazo la incidencia de sus mayores problemas sociales. Si bien el nivel de intercambio comercial –condición que va a repercutir sobre el desarrollo de las estructuras productivas de los diferentes países– es poco significante en lo actuales momentos, la posibilidad de crear acuerdos que potencien la complementariedad de manera que no se busque una competencia desgastante sino una cooperación fortificante crea de forma inmediata grandes posibilidades de desarrollo económico. Los niveles de comercio en el marco del tratado observaran importantes incrementos, lo que traerá beneficios a todos los sectores, puesto que se hará de manera de proteger las industrias nacionales y fortalecer las economías. El trato a los derechos de propiedad permitirá acceso a tecnología imposible de desarrollar por países pobres, aspecto que en los actuales tratados de libre comercio se acomoda de la manera que más beneficie a los grandes capitales. Ahora bien, las verdaderas consecuencias económicas dependerán del impacto político.
Desde el punto de vista político el impacto es aún mayor. La simple propuesta de una alternativa constituye una retaliación al imperio y un obstáculo real a su necesidad de expansión y dominación. Se ha abierto la posibilidad a nuevas formas de integración que están abiertamente en contraposición a las tradicionales. Desde el punto de vista político es más complicado que los países pobres del hemisferio se adhieran cuando en el Caribe el 71% de las exportaciones se dirigen al imperio y un 4% a Sudamérica. A la mayoría de los países se les dificulta apoyar iniciativas que tiendan a una efectiva integración latinoamericana porque en buena medida dependen de lo que decida el país hegemónico. Tenemos, pues, un acuerdo que mejoraría las condiciones de sus integrantes, en especial para los países más pobres, pero el costo en relaciones con el imperio puede ser muy alto. En todo caso es necesario hacer una buena campaña de divulgación que permita conocer las ventajas del ALBA para así sean los pueblos los que presionen para lograr la adhesión de más países.

Argenpress: El MERCOSUR parece haber ganado algún terreno en el escenario latinoamericano
con Brasil como mini potencia regional.
¿Cuáles son sus perspectivas reales a mediano y largo
plazo? ¿Puede servir de alguna manera a un proyecto popular?

Santiago Lazo: El MERCOSUR ha cobrado importancia tanto como lo ha hecho la economía de Brasil. Nacido en 1985, el MERCOSUR es un tratado típico de las burguesías nacionales que buscan asegurarse mercados, en lo cual Brasil está muy interesado. Brasil debe defender el camino que ha avanzado, liderizado por su burguesía, en la producción de bienes y servicios que le ha llevado a estar entre las primeras diez economías del mundo. Brasil, como pequeña potencia, busca asegurarse de lugares donde colocar sus mercancías, y si bien se han logrado avances en materia sociolaboral en cuanto a la movilidad de los trabajadores, MERCOSUR no ha pasado de ser un acuerdo comercial tradicional. Los mecanismos de integración sur-sur siempre encontrarán trabas; era difícil imaginar como podrían integrase dos países como Argentina y Brasil en los años 90 cuando ambos vivían procesos económicos complicados y cuyas políticas estaban impuestas por el FMI. De esta manera hemos visto la aparición de un bloque de integración que no logró sostener un crecimiento del intercambio interregional que tuvo su cumbre en 1997-1998 con un comercio cercano a los 20.000 millones de dólares, y que se recupera de su caída debido a la crisis argentina cuando llegó a un poco menos de 10.000 millones de dólares.
La necesidad de recursos energéticos y minerales del bloque hace interesante para sus miembros la inclusión de Venezuela en el mismo; toda vez que Venezuela es el país con mayores reservas probadas de petróleo. Venezuela se ha declarado como un país que quiere transitar al socialismo y, en especial, defensor de un mundo multipolar y luchador retórico contra el imperialismo. En términos políticos, la inclusión de Venezuela se ha visto llena de tropiezos y obstáculos. Con los tratados de libre comercio que se pretenden imponer en América Latina, el MERCOSUR debe buscar fortalecerse, para lo que Venezuela puede resultar muy útil. Las perspectivas del bloque son favorables, en especial con la inclusión de Venezuela, al menos desde el punto de vista económico. El discurso nacionalista que ha surgido en la región no puede sino beneficiar a sus burguesías en cuanto cuentan con gobiernos dispuestos a defender sus aparatos productivos; por lo que los tratados de integración regional son la mejor opción ante los tratados de libre comercio que no harán menos que destruir a los sectores más débiles de la burguesía de los países firmantes. En este ambiente, la protección a las economías nacionales se observa con mucho optimismo en cuanto a mantener y mejorar el crecimiento económico que hemos observado. A mediano plazo, podremos observar un bloque más consolidado con un mayor intercambio que tienda a acrecentar el producto interno bruto de la región.
Un proyecto popular quizá no sea muy beneficiado por el bloque por la razón de que fortalece a las burguesías. Ahora bien, habría que definir a qué se denomina "proyecto popular". Si el proyecto popular es la toma de conciencia de clase por parte de los trabajadores, su organización y la posterior toma del poder para imponer los intereses de clase de los trabajadores, es muy posible que no ayude. Si el proyecto popular se entiende como un proyecto socialdemócrata que busca mejorar el nivel medio de vida y aún mantener las estructuras de propiedad sobre los medios de producción que refleje los intereses de clase de la burguesía, a mi juicio sí se logrará. Ya que es más factible que triunfe la segunda opción, los beneficios económicos derivados del bloque no cambiarán la estructura actual de distribución del ingreso; quizá, incluso, hasta la consolide, por lo que los que se encuentren en mejor posición actualmente se mantendrán allí en el futuro.

Argenpress: La Revolución Bolivariana lleva ya nueve años de existencia. Desde una lectura económica del proceso, ¿qué pro y qué contras se le pueden encontrar? ¿Cómo entender, en términos económicos, y también políticos, esto del socialismo del siglo XXI? ¿Hay un "socialismo petrolero"?

Santiago Lazo: Dependiendo del paradigma económico donde nos situemos encontraremos diferentes respuestas para esta pregunta. En términos generales, la situación económica del país ha mejorado notablemente en los últimos 9 años. Los ingresos fiscales se han diversificado mediante una mejora en la recaudación fiscal, por lo que el gasto primario del gobierno ha dejado de depender del ingreso petrolero. La administración de divisas se ha mostrado exitosa con 6 años en funcionamiento y ha permitido frenar la fuga de capitales. Se ha producido un fenómeno particular en la fijación de los precios de los bienes transables (que se pueden comerciar internacionalmente), donde ha sido utilizado el precio del dólar paralelo (ilegal) como referencia, por lo que los bienes nacionales no han sufrido una pérdida de competitividad como a finales de los años 70. Este proceso, aunado a una mejora en la distribución de la renta petrolera, por diversas vías que incluyen la transferencia directa, ha propiciado el incremento de la demanda de bienes de una manera tal que la oferta no se da abasto y se ha impulsado un proceso inflacionario dañino para la mayoría.
En términos puntuales, podemos decir que la distribución del ingreso ha mejorado, pasando de un índice de Gini de 0,49 en 1998 a 0,42 en año 2007. Se ha logrado reducir la pobreza general en Venezuela de 50,4% en 1998 a 33,07% en 2007. Mientras, la pobreza extrema, que se situaba en 20,3% en 1998, descendió a 9,4% en el año 2007, el nivel más bajo de los últimos 17 años. La tasa de desocupación en diciembre de 2007 alcanzó los 6,2%, por debajo del 10,2% en diciembre de 1999. En general el momento de la economía venezolana es estelar. En cuanto a los contra, se puede considerar que el gobierno ha sido un poco lento en hacer la reformas necesarias para el efectivo tránsito al socialismo. Entre las medidas que creemos deberían tomarse por parte del Estado, están: nacionalizar la banca, adquirir grandes medios de producción monopólicos, reforma tributaria, entre otras.
El socialismo bolivariano no está definido; es un sistema que esta creándose con poca claridad conceptual e ideológica. Existe claridad en valores como: cooperación, solidaridad, pueblos hermanos, bienestar social, entre otros. Pero poca claridad en cuanto a: propiedad privada, propiedad social, lucha de clases. Es difícil construir el socialismo sin socialistas. Claro, no se puede ni debe confundir el socialismo con la socialdemocracia, como ocurre con Francia por ejemplo. El socialismo debe ser el estado del proletariado, que exprese sus intereses de clase y que controle los medios de producción para sí. En este sentido, el socialismo bolivariano apenas ahora esta entendiendo esto y ha dado algunos pasos para la adquisición por parte del Estado de medios de producción. Si se quiere entender el "socialismo bolivariano", hay que entender que somos un país petrolero que vivió una gran bonanza, se destruyó la industria nacional, se intentó aplicar medidas neoliberales a un pueblo poco sumiso y de condiciones culturales que lo hacen particularmente irreverente a la autoridad. Los medios de comunicación destruyeron sistemáticamente la imagen de los partidos políticos en una forma de minimizar al Estado, quedando los dos principales partidos sin capacidad de movilización. Venezuela es un gran saco de dinero, dinero proveniente del petróleo donde los partidos se turnaban el gobierno para saquear al Estado. En este marco, un movimiento militar de liberación nacional se fue formando en la búsqueda de devolver al pueblo lo que por años se sacó del país mediante endeudamiento y fuga de capitales. En ese movimiento se destacó un líder, el teniente coronel Hugo Chávez, quien alcanzó la presidencia por la vía de la democracia representativa. Este líder, lejos de ser marxista, fue luchando por construirse una visión política de administración del Estado, pasando por la tercera vía hasta toparse con el socialismo. Pero el socialismo ha tenido casi un siglo de difamación por parte del poder constituido, llegando a ser que actualmente sujetos que se dicen ser revolucionarios y socialistas, creen que el socialismo es dañino y perverso. En este grado de ignorancia se propone el socialismo bolivariano, desprovisto de teoría y de categorías. Por medidas políticas se llamó a respetar la propiedad privada de los medios de producción y se abandonó e incluso ocultó la existencia de la lucha de clases. Desprovistos de herramientas fundamentales para entender el sistema de explotación capitalista, se le consultó al pueblo sobre la aprobación de una reforma constitucional muy tímida pero que representaba un cambio de timón hacía el socialismo que no logró ser aprobada. El socialismo bolivariano es un sincretismo teórico de diferentes corrientes, una corriente postmoderna que busca tomar lo mejor de todos, pero poco se logra definir. Esta desprovisión de fundamento teórico deja todo en manos del líder, quien debe bandear los intentos del imperio por destruir su propuesta. Ahora los movimientos de izquierda luchamos por darle teoría a este sistema y consolidarlo como única vía de supervivencia de la humanidad.
El socialismo petrolero no existe, el socialismo es un sistema definido. Es como decir capitalismo petrolero, eso no dice nada. Ahora se cree que por llamar algo "socialista" ya se hizo la revolución. El solo hecho de utilizar ese término "socialismo petrolero" indica que existe una confusión ideológica y teórica sobre el socialismo en general. El socialismo es una forma de organización social, no es una forma de organización de una actividad ni mucho menos.

Argenpress: El gigante Estados Unidos, si bien está lejos de caer, comienza un declive que seguramente podría impedirle seguir siendo la única potencia hegemónica en unas décadas. Hoy atraviesa una recesión que se anuncia fuerte. ¿De qué manera todo esto afectará -o beneficiaría eventualmente- a la región latinoamericana?

Santiago Lazo: La región de América Latina seguramente se verá afectada negativamente ante una caída de la economía estadounidense, de dos maneras. Económicamente, América Latina encontrará más difícil la colocación de sus productos ante una economía intraregional poco desarrollada. Ante un desaceleración de la economía de Estados Unidos, los términos de intercambio de América Latina se empeorarán al verse reducida la demanda por materias primas y demás artículos producidos por la región y vendidos a Estados Unidos. Esto es posible que traiga reducción de empleos en la región, incremento de la pobreza y desmejora en la calidad de vida. En materia política, un declive de la hegemonía incrementará la presión por controlar las fuentes de recursos que presenta América Latina, y por ende podremos ver un incremento en la actividad militar en la zona, posiciones más duras con los gobiernos que no sigan sus políticas y hasta es posible la aparición de dictaduras disfrazadas de democracias impuestas por el departamento de Estado. Al ser el patio trasero de la gran potencia del Norte, vamos a ser los primeros en enterarse que el Tío Sam está en problemas, y muy seguramente va a tratar de que seamos nosotros quienes paguemos el mal manejo de su economía.

Argenpress: Algunos de los países que desarrollaron experiencias socialistas durante el pasado siglo se han volcado hoy a economías de mercado, con diversas combinaciones: Rusia, China, Vietnam. ¿Fracasaron los experimentos socialistas en términos económicos? ¿Por qué seguir apostando por proyectos socialistas? ¿Qué nos enseña la actual experiencia venezolana?

Santiago Lazo: El socialismo es un sistema más complejo que el capitalismo por cuanto debe definir las reglas de distribución de la producción social que el capitalismo ya tiene definido a través de la ganancia, los salarios y el uso del mercado. Los tres países mencionados han vivido procesos diferentes y no se pueden analizar de la misma manera. Rusia, el experimento socialista más interesante de todos porque logró crear un gran bloque de países a su alrededor que adoptaron dicho sistema, fue estancándose en una burocracia de la que no pudo escapar. Muchos consideran que se transformó en un capitalismo de Estado que no supo manejar la contradicción que representa la acumulación capitalista con explotación al trabajo. Pero esta es una lectura un poco sonsa; la URSS, luego de haber solventado exitosamente los principales flagelos del capitalismo como el desempleo y la exclusión, fue atacada sistemáticamente desde occidente en busca de desmantelar la experiencia socialista más exitosa de la historia. Un plan en el que participó desde el Vaticano hasta la CIA (si es que podemos encontrar diferencias apreciables entro uno y otro), culminó con la caída del bloque a principios de los años noventa del siglo pasado.
China es una economía increíble. Ha logrado organizarse para alimentar a mil trescientos millones de seres humanos. La vía al socialismo, o más bien al comunismo, que ha implementado China es admirable. Hay que comprender que el socialismo se nutre de los valores autóctonos de la sociedad en la que germina, y los chinos gozan de nada menos que cinco mil años de historia. El estado actual de China es difícil de analizar. El Estado chino escogió una vía para desarrollar sus fuerzas productivas que fácilmente se puede confundir con una vorágine capitalista de explotación a la mano de obra del pueblo chino; pero que contrasta con la idea del partido comunista de aquel país que considera que en 50 años podrán alcanzar al comunismo. Los planes de los detentadores del poder en China no los podemos conocer a cabalidad, y hablar de lo que aparentemente es, puede ser una aventura. China se ha convertido el principal destino de las inversiones extranjeras de los países más ricos, y de algunos no tanto. Su capacidad de producción y la ubicación de plantas industriales en suelo chino que ha ocurrido en los últimos años han hecho de este país el principal acreedor del gobierno estadounidense. El capitalismo y la desigualdad asociada a él han penetrado la milenaria China; pero no sabemos hasta que punto la voluntad política del Partido Comunista Chino y sus setenta y cinco millones de militantes vayan a dejar que el camino avanzado hacia el socialismo realmente se deje de lado y se adopte un sistema meramente capitalista.
Vietnam, luego de haber ganado una guerra de desgaste propiciada por los Estados Unidos para hacer más rico a los dueños del sector financiero, siguió de pie. Con cerca de tres millones de bajas durante un período de cerca de una década, y sin recibir los recursos por parte de Estados Unidos para su recuperación como vencedor de la guerra, Vietnam se vio obligado a adoptar un llamado "socialismo de mercado" –para algunos un simple capitalismo disfrazado–. Los procesos de construcción del socialismo tienen toda clase de problemas y siempre serán mejorables. El sistema de Vietnam ha permitido levantar de la ruina a un país campesino y devastado por la guerra para convertirlo en un país de desarrollo medio. Con una población de 85.262.000 habitantes, ha logrado una esperanza de vida es de 71 años y con el 94.3% de la población alfabetizada. El tránsito al socialismo, tanto de Vietnam como de China, no está cerca de culminarse.
El socialismo es una necesidad, no es un capricho. Los niveles de destrucción al medio ambiente, la sobreexplotación de recursos naturales, el agotamiento de las fuentes de energía y el peligro ecológico en que hemos colocado al planeta Tierra son situaciones que no podemos dejar pasar. El sistema capitalista, al tener como única regla de funcionamiento la maximización de la ganancia, ha dejado de lado el asegurar la propia existencia de la raza humana y de la vida sobre la tierra de la mayor parte de las especies que conocemos. Es necesario ir hacia una economía planificada a nivel mundial donde se utilicen los recursos de forma conciente y donde se acabe con la explotación del hombre por el hombre, que es a todas luces inmoral y antihumana.
La experiencia venezolana nos enseña que es necesario formar a las personas en materia ideológica y política para la construcción del socialismo. La creación de conciencia va a permitir que los trabajadores se reconozcan como sujetos históricos del cambio social y nos permitirá avanzar en el proceso de trascender el capitalismo. Es necesario comenzar con la atenuación de las desigualdades sociales, pero a la vez ir cambiando la estructura y deliberadamente la super estructura, permitiendo que aparezca el nuevo sistema de organización social. El socialismo científico es una herramienta fundamental que en Venezuela no hemos usado con la seriedad merecida, y nos hemos dejado llevar por los planteamientos inculcados por la CIA contra el comunismo y el marxismo. Es necesario romper los prejuicios contra el marxismo y utilizar esta excepcional herramienta para la toma de conciencia de clase y el cambio social.
Argenpress: De acuerdo con la lectura sobre la situación latinoamericana, ¿por qué se funda y cómo se inserta en este contexto la creación de una organización tal como la ALEM, la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista?
Santiago Lazo: Nuestra lectura de los procesos en América Latina nos dice que necesario y oportuno crear una plataforma que permita articular a los interesados en estudiar las teorías marxistas, sean economistas o no. La investigación en esta área es fundamental para el desarrollo de las bases teóricas de la revolución, así como la propagación de las herramientas necesarias para que nuestros pueblos comprendan sus condiciones materiales de existencia y las relaciones sociales que las determinan.
Así lograremos generar un cambio de conciencia que unifique a la clase trabajadora y la gane para la revolución. La teoría marxista es una herramienta de análisis muy potente que no se ha utilizado a cabalidad, y por lo tanto hay que rescatarla y ponerla en funcionamiento para entender la naturaleza del sistema capitalista y cuáles son las acciones para destruirlo, fin último de la revolución.
Es importante el hecho de que los pueblos latinoamericanos han decidido, más que apoyar presidentes de izquierda, alejarse de la potencia imperialista, lo que nos está diciendo que puede haber espacios para crear las condiciones subjetivas de la revolución. Por esta razón nuestra organización es de alcance latinoamericano.
En este contexto la creación de la ALEM parece ser increíblemente oportuna y necesaria, por lo que hacemos un llamado a todos los interesados en unirse y difundir junto a nosotros el pensamiento de izquierda. Los procesos latinoamericanos son aún frágiles; es necesario reforzarlos, ya que son la esperanza de la humanidad. El marxismo es una de las teorías más jóvenes de la humanidad y aún debe crecer y desarrollarse. La investigación, el desarrollo del pensamiento, pero sobre todas las cosas, las luchas concretas de los pueblos por alcanzar su liberación, harán que el marxismo sea redescubierto por la clase obrera y el pueblo explotado y vuelva a ocupar el lugar de vanguardia en la lucha por alcanzar una sociedad donde los seres humanos podamos alcanzar el grado más grande de libertad y felicidad. Y eso se llama comunismo.

jueves, 7 de agosto de 2008

Evo Morales llama opositores 'dictadura civil' en Bolivia

COCHABAMBA, Bolivia (Reuters) - El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió el jueves defender la democracia en el país a las puertas de un referendo para definir su continuidad en el cargo y calificó las protestas de grupos opositores autonomistas como una "dictadura civil."
Al encabezar la parada militar por el aniversario de las Fuerzas Armadas en Cochabamba, una de las ciudades opositoras al mandatario, Morales criticó las violentas protestas de esta semana, como la que impidió un encuentro con los mandatarios de Venezuela y Argentina en la sureña ciudad de Tarija debido al cierre del aeropuerto.
"Lamento mucho ahora que las dictaduras del 60 y del 70 están siendo sustituidas por algunos grupos que toman aeropuertos, que toman cortes departamentales electorales, que balean carros de ministros," dijo Morales en el colorido desfile, en el que participaban unos 2.500 uniformados y 2.500 indígenas, vestidos con trajes típicos.
Según sondeos, el mandatario obtendría suficientes votos en en el referendo del domingo para permanecer en el poder. El Gobierno apuesta a que una victoria en las urnas debilite a la oposición y desbloquee una reforma constitucional de corte socialista.
"Lamento mucho como algunos que en este momento faltan al respeto a la democracia, falten el respeto al pueblo boliviano y apliquen esta especie de una dictadura civil, atentando contra la democracia," afirmó el primer mandatario indígena de la nación más pobre de Sudamérica.
En menos de dos siglos de vida republicana, Bolivia ha tenido más de 190 golpes de Estado y, en los últimos cinco años, seis presidentes.
MAXIMA TENSION
Esta semana, las protestas han dejado dos muertos y las manifestaciones de activistas civiles autonomistas impidieron al mandatario visitar las ciudades de Tarija, Santa Cruz y Trinidad.
"Hago un llamado al pueblo boliviano a defender la democracia," agregó Morales desde Cochabamba, unos 380 kilómetros al sureste de La Paz.
El mandatario pidió además no boicotear el referendo, en el que también estará en juego la continuidad de los prefectos de ocho departamentos, en su mayoría opositores y algunos de los cuales podrían perder sus puestos.
"El referendo es para que el pueblo boliviano con su voto decida políticas económicas, decida también elegir a sus autoridades por supuesto, pero también que sepa revocar autoridades que no sirven al pueblo boliviano," dijo Morales.
Bolivia está profundamente dividida entre la empobrecida región occidental y la oriental más prospera -donde se encuentran yacimientos de hidrocarburos y recursos forestales-, cuyos departamentos buscan la autonomía para administrar sus recursos y frenar la nacionalización económica promovida por el Gobierno.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró el jueves que Bolivia se encuentra en el "umbral de un verdadero golpe de Estado en contra del orden constitucional," en referencia a las protestas de esta semana, en declaraciones reproducidas por la agencia oficial ABI.
Durante la parada, los militares aseguraron estar comprometidos con la democracia.
"La convivencia pacífica y en democracia, así como el sistema democrático, no están en discusión," dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Luis Trigo.
"Por el contrario, las Fuerzas Armadas somos garantes de la democracia, concepto que incluye el precepto constitucional de garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, sea el actual o cualquier otro que recoja la voluntad del pueblo, que es el gran soberano," añadió el jefe militar.

Venezuela cementa sendero socialista desde marco legislativo el progreso hacia el mundo

Jorge V. Jaime
Caracas, 5 ago (PL) El gobierno venezolano, liderado por el presidente Hugo Chávez en el camino socialista, reafirmó sus prioridades políticas a favor de las clases populares dentro del marco constituyente y con la promulgación de un nuevo programa legal.
A tenor de atributos otorgados el 31 de enero de 2007 por la Asamblea Nacional, el jefe de Estado estudió, consultó y revisó durante año y medio más de medio centenar de normativas, en el contexto de la Constitución y otros códices vigentes.
Entre estas disposiciones destacan la Ley de la Administración Pública, Ley de Crédito para el Sector Agrario, Ley de la Fuerza Armada Bolivariana, Ley del Banco de Desarrollo Económico y Social, Ley para Fomento de la Pequeña y Mediana Industrias, y Ley de Beneficios de Pago para Deudas Agrícolas.
En total se trata de un paquete de 26 regulaciones anunciadas por el mandatario durante un discurso televisado la semana anterior, que se suman a otras 40 refrendadas por el estadista durante el ciclo que el Parlamento le entregó facultades habilitantes.
Pese a críticas de varios sectores opositores que aluden un mayor control oficial en importantes rubros económicos, numerosos representantes del gobierno y analistas independientes han garantizado la licitud y constitucionalidad de las normativas.
La procuradora general de la República, Gladys Gutiérrez, aseveró este lunes que todas las leyes orgánicas fueron consultadas -como obliga el procedimiento reglamentario- con la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Gutiérrez explicó que con la validación de estas legislaciones la administración del presidente Chávez lo que pretende es desarrollar los derechos constitucionales, sociales y económicos del pueblo, ya presentes en la carta magna.
El vicepresidente Ramón Carrizález recalcó que los decretos respaldados por Chávez y publicados en la Gaceta Oficial están totalmente apegados a la Constitución y honraron todos los pasos formales antes de entrar en vigor.
Recordó que desde febrero de 2007, el jefe de Estado rubricó unas 67 ordenanzas, incluyendo la polémica Ley de Inteligencia y Contrainteligencia y el decreto posterior para derogarla, tras suscitar múltiples controversias.
Durante el último programa Aló, Presidente, del domingo 3, el propio mandatario subrayó la importancia de las 26 nuevas leyes para multiplicar los beneficios del pueblo en los ámbitos político, económico y social.
Cada legislación –dijo- fue pensada en pos del desarrollo y la liberación de Venezuela, y se acopla con cambios ocurridos en el país y el mundo, pese a opiniones detractoras que intentan tergiversar el contenido de lo estipulado.
Nuestros enemigos quieren que el gobierno esté paralizado, comentó el estadista, y mencionó como ejemplo que sus antagonistas políticos casi colapsaron por el reciente anuncio de compra del Banco de Venezuela, filial del grupo español Santander.
También el Partido Socialista Unido de Venezuela respaldó de manera total y absoluta los decretos aprobados, con impacto en diversos ángulos políticos, industriales y comunitarios del país andino.
El miembro de la dirección nacional de esa organización, Carlos Escarrá, recordó en rueda de prensa que restan aproximadamente 20 proyectos pendientes, los cuales el Ejecutivo enviará a la Asamblea Nacional (AN) para su discusión y posterior sanción.
Asimismo, el primer vicepresidente de la AN, Saúl Ortega, corroboró la legitimidad de las flamantes leyes y criticó a la oposición por crear matrices de opinión disociativas.
Entrevistado en el canal Venezolana de Televisión, el líder parlamentario fustigó lo que considera una campaña mediática diseñada por opositores para fomentar incertidumbre en la población en torno a la serie de dictámenes gubernamentales.
Sin embargo –acentuó-, no podrán confundir al pueblo, porque el país conoce del poder habilitante en materia económica y otros ámbitos que el mandatario nacional mantenía por 18 meses a partir de inicios de 2007.

jueves, 17 de julio de 2008

(01:20 PM) Defensoría confía en que TSJ decidirá sobre inhabilitaciones apegado a la ley

Caracas.- Gabriela Ramírez, defensora del Pueblo, manifestó hoy que el ente confía en que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) decidirá sobre las inhabilitaciones respondiendo a las leyes y de manera oportuna.
"Escuché a la presidenta del tribunal y dijo que este tema está en la palestra de la polémica y en el escenario del debate público por lo que ha habido efervescencia en la inclusión de recursos y sentencias y eso ha retardado porque tienen que revisar antes de decidir, tengo confianza plena y muchísima fe de que la decisión de la Sala Plena va a estar ajustada a derecho y seguramente será oportuna", manifestó.
Reiteró que la posición de la Defensoría sobre las inhabilitaciones es que existe de una legislación y "el Contralor General está apegado a la Ley de la Contraloría General como la defensora tiene que apelar a su Ley Orgánica. Si hay dudas sobre la interpretación de una ley está el TSJ"
Dijo no compartir de la opinión según la cual todos los imputados de las inhabilitaciones son ladrones. "Creo que hay distintos tipos de investigaciones unas por impericia, otras por omisión otras por negligencia pero no los exime de imposibilitarlos de asumir cargos públicos y finalmente el tribunal dirá si hay colisión de leyes".
Comentó haber exhortado a los periodistas a hacer las investigaciones de cuáles son las causas de las inhabilitaciones "porque este país hay un proceso electoral y habrá algún grupo minoritario que desea postularte y creo que el acento debe ponerse en lo ético y lo moral".

miércoles, 11 de junio de 2008

Chávez aprueba nueva Ley de Bosques. Así lo informó este jueves la ministra del Ambiente, Yuvirí Ortega.

.1:42 PM | En el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aprobó el miércoles la Ley de Bosques, que permitirá "sincerar" su preservación
"Con esta aprobación por fin se está sincerando lo que se debe hacer en torno a la preservación del medio ambiente en Venezuela dentro del marco legal", declaró Ortega a la emisora Radio Nacional de Venezuela de la red estatal de prensa.

La nueva ley define "los castigos y las presiones" que sufrirán quienes atenten contra el medioambiente, añadió Ortega sin más precisiones sobre la norma, que aún no se promulga formalmente en la Gaceta Oficial.

La ministra reveló que Chávez también aprobó unos planes para preservar la reserva forestal nacional con la ayuda directa de la ciudadanía, lo que, asimismo, dijo que será detallado una vez promulgada la nueva norma.

El Ministerio del Ambiente anunció el pasado abril que durante los dos últimos años se reforestaron 14.000 hectáreas con más de 12 millones de especies, lo que supuso casi un árbol por cada dos habitantes, considerando una población nacional de unos 27 millones de personas.

Si esa reforestación hubiese llegado a 20.000 hectáreas o 200 kilómetros cuadrados igual sería una cifra "insignificante", dijo a Efe Antonio De Lisio, fundador del Movimiento Ecológico, que se presentó el miércoles como una nueva agrupación política partidista, la primera de ese signo en Venezuela.

Este país suramericano perderá su masa forestal de unos 500.000 kilómetros cuadrados de bosques si sigue el actual ritmo de deforestación de 50.000 kilómetros cuadrados al año, lo que refleja que "Venezuela tiene una de las tasas 'per cápita' más altas de deforestación del mundo", agregó.

"No se está controlando la tala y la quema de bosques", añadió el también director del Centro de Estudios Integrales del Ambiente (Cenamb) y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) al detallar esos y otros "datos de la FAO reconocidos por el Ministerio del Ambiente", destacó.

"Lo único que hace Venezuela es producir petróleo (...); es uno de los países del mundo con una mayor biodiversidad y riqueza natural, pero eso no se aprovecha", insistió.

De Lisio admitió, no obstante, que Venezuela cuenta con una de "las más avanzadas" normas ambientales de América Latina y fue el primer país del continente en crear un Ministerio del Ambiente, pero repitió que "no se respeta la naturaleza porque el Gobierno no hace cumplir las leyes" existentes. Cadena Global/EFE

LA LEY DE TRANSITO EN VENEZUELA ES UN ECHO?

Ultimas Noticias (Patricia Marcano) / Prensa Web YVKE
Jueves, 8 de Mayo de 2008. 9:28 am
colas en caracas.jpg

Si un fiscal lo detiene por conducir hablando por celular, la sanción será de BsF 460 (Foto: archivo)
Comerse la luz de un semáforo le costará 460 bolívares fuertes tanto a choferes como a peatones, y si un conductor no lleva puesto el cinturón de seguridad o alguno de los acompañantes no se lo colocó, también pagará ese monto.

Éstas son algunas de las multas contempladas en la Ley de Transporte Terrestre, aprobada por la Asamblea Nacional en segunda discusión este martes y cuya sanción definitiva se prevé para este jueves, según el diputado Edis Ríos.

La ley vigente, aprobada en 2001, detalla 32 infracciones con multas en unidades tributarias (UT), mientras que la sancionada este martes especifica 51 transgresiones que originan igualmente pagos en metálico. Las clasifican en sanciones graves (23), menos graves (16), leves (2), muy graves (1), a personas jurídicas (3) y por exceso de carga (6).

Si un fiscal lo detiene por conducir hablando por celular, la sanción será de BsF 460. La misma suma se cobrará al transporte público o privado de personas y de carga que circule por los canales no permitidos, y a quienes manejen un carro con los accesorios de seguridad en mal estado, con defectos o ausentes.

Evite circular con un vehículo que no esté amparado por una póliza o que no esté registrado a su nombre. Tampoco premie a su hijo menor de 10 años con sentarse en el asiento delantero. Todos estos casos serán multados con 230 bolívares fuertes.

Por conducir con la licencia o el certificado médico vencidos, o sin alguno de ellos, deberá pagar BsF 138 por esa falta. Multarán a quienes circulen entre canales o paralelamente a otro carro en movimiento en el mismo canal o si cambian de canal con frecuencia. La mayoría de los motorizados se preguntan por dónde conducirán, si no existe un canal especial para ellos.

Cuando la ley se publique en Gaceta Oficial entrará en vigencia, pero el Inttt deberá redactar un reglamento que detalle las infracciones y así podrá aplicar las multas señaladas. El actual data de 1998.

martes, 10 de junio de 2008

PRIMERA FÀBRICA DE CELULARES EN EL PAÍS PRODUCIRÀ UN MILLÒN DE TELÈFONOS AL AÑO.

Se prevé que estos celulares se colocarán en el mercado a bajo costo, no sólo en Venezuela, sino en Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
El presidente de la República, Hugo Chávez Frías, informó que la primera fábrica de teléfonos celulares que se instalará en Venezuela, Venezolana de Telecomunicaciones C.A., tendrá una capacidad de producción de un millón de celulares al año, 6% del mercado nacional. Así lo dio a conocer. ver mas...http://www.misionciencia.gob.ve

miércoles, 4 de junio de 2008

Ley de Inteligencia y Contrainteligencia garantizará seguridad y defensa de Venezuela


http://www.vtv.gob.ve/detalle.php?id=3574&s=1Aseveró que los nuevos organismos tendrán una cooperación mutua entre los diferentes subsistemas, y procesarán la información que se origine en los diferentes ámbitos, para así contribuir a la seguridad, defensa y desarrollo integral de la nación. Vea también: